Sentir o no sentir?
Sentir o no sentir, esa es la cuestión. A veces, las emociones nos desbordan y nos hacen vibrar con cada instante, mientras que otras veces preferimos cerrar las puertas del corazón para evitar el dolor. ¿Es mejor sentirlo todo, con sus luces y sombras, o resguardarnos en la indiferencia para protegernos?. La vida es una constante situación de toma de decisiones, todo el tiempo debes elegir y eso en cierta parte es agotador.
Tomando decisiones
Cada elección, grande o pequeña, moldea nuestro camino y nos enfrenta a incertidumbres, miedos y expectativas. A veces decidimos con la razón, analizando pros y contras; Otras veces, dejamos que el corazón guía el rumbo. ¿Cómo saber si elegimos bien? No siempre hay respuestas claras, pero lo importante es asumir cada decisión con valentía, aprender de los errores y entender que, incluso cuando dudamos, estamos avanzando. Al final, decidimos es un acto de confianza en nosotros mismos y en el futuro que construimos paso a paso.

El futuro es otro tema muy complicado de abordar, creo que todos alguna vez nos ponemos a pensar en el futuro, en todo lo que queremos lograr y el miedo que se instala en nuestro pecho al imaginar que no lo logramos, eso admito que es un defecto que tengo; el vivir aferrada al pasado y también ansiosa del futuro, nunca me permito disfrutar el presente. Todo el tiempo siento que voy a fracasar y que todas las metas que tengo nunca se cumplirán, ese defecto ciertamente me cuesta soltarlo.
Vivir con tu elección
Vivir con una decisión es aceptar que, en algún momento, elegimos un camino y que, con él, vienen consecuencias, aprendizajes y oportunidades. A veces, las elecciones pesan sobre nuestros hombros, llenándonos de dudas sobre si hicimos lo correcto. Otras veces, sentimos la satisfacción de haber seguido nuestra intuición. Pero lo cierto es que no hay decisiones perfectas, solo pasos que nos llevan hacia adelante.

El verdadero reto no es solo elegir, sino aprender a vivir con lo que decidimos. Significa dejar de mirar atrás con arrepentimiento y, en su lugar, asumir con valentía lo que viene. Cada elección nos transforma, nos moldea y nos enseña algo sobre nosotros mismos. Y, al final, más que lamentarnos por lo que pudo haber sido, lo importante es hacer que nuestra decisión valga la pena.
Y no es fácil, nunca es fácil decidir algo que sabes que va a cambiar todo tu mundo como estás acostumbrado a vivirlo, dentro de ello está el tomar la elección de irte de algún lugar o simplemente alejarte de personas que en algún punto de tu vida quisiste demasiado; a veces creo que la vida te pone en esas situaciones para probar que tan fuerte eres al poder lidiar con los cambios, te desgarra por dentro, pero tarde o temprano vuelves a levantarte, siempre sobrevives.