Alejarte de alguien
Alejarte de alguien que quieres es una de las decisiones más difíciles de tomar. A veces, el amor no es suficiente cuando hay heridas, diferencias irreconciliables o caminos que simplemente ya no van en la misma dirección. Duele, porque cada recuerdo pesa, porque la mente insiste en revivir momentos felices y porque el corazón se resiste a soltar.

Amor propio
El amor propio es el pilar sobre el que construimos nuestra vida. No se trata solo de aceptarnos, sino de respetarnos, valorarnos y priorizarnos sin culpa. Es entender que merecemos lo mismo que damos, que nuestra felicidad no depende de otros y que cuidarnos no es egoísmo.
Amarnos a nosotros mismos significa poner límites sin miedo, alejarnos de lo que nos hace daño y rodearnos de lo que nos impulsa a crecer. Es aprender a hablarnos con ternura, perdonarnos por los errores y abrazar nuestras luces y sombras. Admito que es algo que para mí es muy difícil, tengo la mala manía de tratarme mal siempre que algo no sale como quiero o simplemente cuando siento que estoy siendo débil, pero justamente eso es lo que trata de combatir el amor propio. Permitirnos sentir y abrazar cada una de nuestras emociones sin hacernos sentir culpables a nosotros mismo por ello.

Pensamientos no deseados
Los pensamientos no deseados son algo con lo que he batallado toda mi vida, se que a varios de ustedes les pasará lo mismo, que hay momentos cuando estas en silencio que tú cerebro comienza a generar situaciones pasadas o que incluso aún no ocurren y se vuelve un ciclo vicioso de pensamientos que te destruyen, porque te recuerdan momentos tristes o personas de tu pasado; con ello viene el horrible insomnio y las ganas de callar las voces de cualquier forma.
He aprendido que intentar luchar contra ese pensamiento lo vuelve peor, a veces debes dejar que te abracé y te consuma, sentirlo en cada fibra de tu cuerpo hasta que se vaya, otra cosa que me ha servido y quiero compartirlo con ustedes es intentar cambiar de actividad, literalmente hacer cualquier cosa para que tu cerebro se concentre en algo diferente, pero debo advertir que eso se vuelve una adicción, porque comienzas a ver que funciona y luego terminas saturando tu día a día para no sentir absolutamente nada, eso solo hará que se acumulen los sentimientos y algún momento explotarán y no de una bonita forma.

La música es sin duda alguna para mí una de las mejores herramientas que te permiten callar tu cerebro o a veces bailar, simplemente párate en tu cuarto y ponte a bailar con música a todo volumen hasta que estés agotada, es una manera de sacar lo que tienes dentro de ti y no puedes o simplemente no estas cómodo hablando con alguien de ello.
No solo nos acompaña en momentos de alegría, sino que también tiene el poder de calmar el alma en momentos de tristeza o estrés. Ya sea a través de una melodía tranquila que nos permite relajarnos o una canción animada que nos invita a movernos, la música se convierte en un refugio emocional, una fuente de consuelo y una manera de hacer frente a las dificultades de la vida.